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lunes, 27 de junio de 2016

miércoles, 22 de junio de 2016

Siempre mis ganas de Conocimiento superan mis ganas de Comer.



O son iguales. 


No sé cuantos libros he leído a lo largo de los años. He perdido la cuenta. Solo sé que vivo con la extrema necesidad de saber. 


Library autumn: tree-books / Biblioteca otoñal: árbol-libros (ilustración de Tim Foley):
He leído un montón de cosas, a veces creo que demasiado. No hay papel impreso relleno de letras que no capte mí atención. Por tiempos yo ni me entiendo. 

Algunas personas cuando están aburridas escuchan música, ven televisión, cualquier actividad. Pues yo escucho música, veo televisión, mientras puedo estar leyendo un libro, navegando en la red buscando temas (Wikipedia debería darme un premio como la persona que más la utiliza), o lo que sería lo mismo viendo la televisión algún programa de investigación o una película muy estimulante. 


No sé a que se deba esta manía mía de seguir buscando. Siento que mientras más busco, más conocimiento me falta. Es como cuando estás comiendo y no te llenas, sigues queriendo más. 


No siento mí cerebro saturado, al contrario siento que le falta más. Me siento una analfabeta, y mientras más leo, mientras más indago de todo (no tengo etiquetas de conocimientos), más necesito. 


Este es el único vicio que siento tener. A veces siento que Siempre mis ganas de Conocimiento superan mis ganas de Comer, con creces. 


Intento identificar que es lo que busco. No sé cual es la incógnita que tengo en la vida, solo sé que quiero más y más conocimientos.


Solo espero que esto no sea un síntoma de locura, porque no quisiera ponerme enteramente loca. 


Atentamente, La Autora.-






Los 200 Encuentros.



2do. ENCUENTRO. 



Las luces titilaban llenas de colores cuajando con su brillo los arboles de la avenida. Las personas caminaban a paso lento, tan contrario a la agitación de la mañana. 


El chico que caminaba con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo avanzaba absorto en su propio mundo. Tantas cosas pasaban por su cabeza, y con tal rapidez que se pensaba a punto de enloquecer. Sacudía su cabeza llena de una abundante cabellera negra, queriendo alejar de él todo lo que recordaba. 


Ya podía ver el puente. Ese ansiado puente que lo llevaría a un mejor lugar. Miró a todos lados, no vio a nadie. Tanto mejor puesto que no quería darle explicación a nadie de adonde iba. 


Tocó el borde de piedra del anciano puente. Sintió frío. Maldito frío que agarrotaba todo, hasta el corazón. Volvió a pensar en las horas pasadas y lo que le sucedió en la buhardilla fría de su sádico amigo volvió a él con rabia. Era como sí su mente se empeñara en torturarlo. 


La herida que tenía sobre la sien izquierda empezó a escocerle otra vez. Cada vez que movía la cara la sentía estirarse y eso le dolía. Quería mantener el rostro sin movimientos, así como las malditas fotos que fueron exhibidas en la buhardilla. 135 personas fueron a ver la exhibición. 270 ojos miraron escenas morbosas. Algunos bajaron la mirada y se retiraron, otros solo observaban las paredes y a él. Permaneció prácticamente deshecho en una esquina. Seguía pensando que no podía escapar. No tuvo tiempo de percatarse hasta muy tarde que ya las puertas no tenían candados. 


Miró el embravecido río que corría debajo del puente. Se notaba el gélido aliento emanando como humo. Pensó en que cruzando ese puente encontraría otro destino. Una vida mejor. Seguiría buscando. Todos pensaban que sí dejas de respirar terminas tus días. Él sabía que luego de una apnea siempre se respirar mejor. Por eso siguió su camino. 


Detrás de una columna una joven miraba a quien había interrumpido su camino. Quería pasar el puente, pero no quería que nadie fuera testigo. Y ahí estaba él, quitandole su derecho a una vida mejor. No podía creer que hasta en eso su vida no resultara... solo quería seguir, dejar todo atrás. Ya estaba cansada de los electrochoques. Estaba cansada de los narcóticos. Estaba cansada del sucio enfermero que descargaba dentro de ella todas las noches. 


Ella no quería llorar cada lagrima suprimida durante toda su vida. Ni jugar a ser lo que otros querían que fuera. No quería ser normal, tampoco quería ser loca. Su único trastorno siempre fue no entender porque no podía ser lo que quería ser. Nunca entendió las señales de guarda silencio de sus padres y hermanos, al menos hasta que los hombres de blanco aparecieron en su vida. Jamás volvió a ver a sus padres. Solo tres noches después de haber sido abandonada en el castillo de las paredes blancas, su templo fue mancillado. Recordó siempre el dolor, muy distintos a la electricidad corriendo por su cabeza y espina dorsal. 


Se suponía desde entonces que estaba loca. Nunca lo demostró. Solo calló. Hasta esa tarde. Ese día amaneció gris y una manta blanca cubría todo fuera del castillo. Algo en su interior reaccionó con ataque de claustrofobia. Recordó el puente de piedra. Y dentro de ella nació el deseo de ser libre. Pensó, pensó, tensó su maltratado cerebro, y reaccionó como una luz: Soy una Maldita Loca.  Así que tomó el pequeño cuchillo de la mesa de los doctores. Justo luego que el enfermero de sus noches de martirio hubo llegado al limite, cortó su garganta de extremo a extremo. La sangre manchó todo y la manchó a ella. Lo vio ahogarse en su propia vida. Tomó sus llaves y sin miedo salió del manicomio.


Tanto esfuerzo para que él viniera a arrebatarle su camino...


Lo miró mejor. Él también parecía dispuesto a emprender otra vida. Tal vez era tan distinto como ella. Quizás él aceptara que ella lo acompañara. Todo es posible. Salió lento de las sombras y se acercó cautelosa a él. 


Él sintió a alguien acercarse a su lugar. Miró rápido y con desconfianza. Solo pudo ver un camisón lleno de sangre. Tuvo la tentación de alejarse, pero luego pensó que daba igual. La figura terminó de abandonar las sombras y entonces pudo verla completa. Era un desastre. Parecía loca. Un desastre loco. Miró su cara de niña desequilibrada, sopesó su edad, no pudo acertar. Ella se acercó más, con su mano izquierda extendida como un saludo. ÉL tomó su mano con la suya. Sintió su frío, el mismo que él tenía. 


Fue entonces cuando miró sus ojos. Sintió como la comisura de sus labios tironeaban hacía arriba. Sonrió. Y vio su sonrisa reflejada en ella. No hubo explicaciones, no hubo lagrimas. Se abrazaron. Sabían que por una extraña razón se habían vuelto a encontrar. Estaba felices. Duraron tanto tiempo abrazados, que el tiempo corrió veloz. La oscuridad que antecede al amanecer se solazó en el cielo. Fue cuando escucharon las sirenas y los pitidos de los policías. 


Las luces de colores volvieron a titilar. Ellos se miraron. Debían continuar su camino. Sí pasaban el puente una vida mejor los esperaba. Tocaron sus labios y sintieron calor. Juntos, abrazados y en un beso de esos que solo saben darse las almas gemelas, pasaron el puente hacía una vida mejor. 


*    *    *

El informe era escueto. No mostraba ningún indicio de sentimiento. Los cadáveres de los jóvenes que se suicidaron en el río fueron llevados a la morgue. A pesar del comunicado, nadie había reclamado los cuerpo. Al fin y al cabo, solo eran un pordiosero y una loca. El Comisario llamó a la morgue y acordó con el encargado el funeral de los cuerpos. Lo hizo con todo el cuidado de enterrarlos juntos en la misma tumba. Sabía que ellos no había terminado ahí. Miró la lapida sin nombres, y susurró: "Aún no es su tiempo". El anciano se marchó. El pronto iría tras ellos. 



Atentamente, La Autora.-
  







Adelgazar Rápido: Consejos y Trucos.



Adelgazar es esa meta que se busca con vehemencia en la vasta red de los dominios del internet; todos buscamos ese truco maravilloso que nos haga despertar con la figura que deseamos, así como por arte de magia. Y nos desencantamos cada vez que el artículo que prometía el milagro solo nos da una información que ya habíamos leído en otra página, o escuchado en boca de alguien más. 


Yo soy una asidua de estos artículos, lo admito. Los persigo por cualquier parte, ya sea en una de esas webs especializadas, Youtube, diarios, revistas... en fin en todos lados. La mayoría de veces he de decir que me quedo como con las ganas de obtener más. Por ejemplo, me gusta saber el después, o sea el resultado y pues nunca nadie dice el resultado. Bueno no todos, pero al menos muy pocos. 


También he aprendido de manera autodidacta que Adelgazar Rápido es una especie de mito. Y me explico: Adelgazar Rápido, ese con el que se titulan los artículos de dietas y asuntos milagrosos (como aquí), no es una realidad total puesto que a pesar de que existen métodos agresivos para eliminar unos cuantos kilos demás en solo un par de días, no es menos cierto que tienen consecuencias a veces un poco adversas. 


Tampoco se engorda rápido. Nadie se acuesta delgado el martes y amanece obeso el miércoles. Ambas cosas tienen un denominador común que es el que marca una tendencia o la otra, adelgazar o engordar y que no es otro que la COMIDA. 


La COMIDA, es lo que va a determinar una cosa o la otra, y aquí háganme caso puesto que les estoy hablando desde mí experiencia personal. La COMIDA como les decía es el botoncito que debemos aprender a presionar cuando queremos atender el físico. 


La única manera de Adelgazar Rápido es cuidar la alimentación (ojo con matarse de hambre, esto es un tremendo engaño). Lo que comemos puede traducirse en aliado para nuestro organismo o en enemigos de nuestra salud. 


Otra cosa que he aprendido es que existimos personas con una clara tendencia a engordar, no digo que lo tengamos en los genes (para ese ámbito no piso porque no soy experta ni nada de eso), pero al menos sé que quizás tengamos más tejido adiposo que otras. De ahí que haya personas que coman de una manera desordenada y no engorden ni un gramo, y otras que de mirar una Coca-Cola subamos 1 kilo (eso es exageración, pero más o menos). Así que conviene prestarse un poquito de atención antes de sumergirnos en algún régimen alimenticio para perder peso. Por ejemplo, yo lo que hice cuando reuní toda la fuerza de voluntad para embarcarme en una guerra sin tiempo ni cuartel contra mis kilos demás fue tomarme una semana por así decirlo de tregua, comencé un lunes, me pesé, apunté la fecha en un cuaderno junto a las libras que tenía y seguí con mí vida, sin modificar nada. El domingo de esa semana volví a pesarme y descubrí que engordo con facilidad, ya sea que fuera por la comida que consumía o por lo que fuera. En la próxima semana puse en práctica una alimentación saludable, más vegetariana que otra cosa, y el domingo próximo descubrí que adelgazo a paso de tortuga, puesto que solo rebajé media libra. 


Además de todo lo expuesto (espero que esto no canse), es importante que tengan presente el consumo de líquidos. La mayoría de las personas necesitamos tomar suficiente líquidos a lo largo del día, lo cual aumenta según el clima en el que vivas, esto es por salud. A la hora de adelgazar esto es mucho más importante todavía, ya que el agua es un desintoxicante natural. 


Los famosos jugos verdes también son unos aliados excelentes en la guerra contra los kilos demás. Podrán decir todo lo que se diga de estos, pero yo los defiendo a capa y espada, puesto que me resultaron de manera eficiente. Un jugo verde en las mañanas y uno en la tarde, este último como merienda, me ayudaron a mí a depurar el organismo y ha mantener un balance alimenticio saludable. 


Lo de ir a un nutriologo ya es cuestión de cada quien. Yo no visité ninguno puesto que no seguí una dieta especifica, como la Mayo o la Crash, ni nada de eso. Ahora bien sí sientes o crees que puedes sufrir de alguna especie de enfermedad, llámese diabetes o tiroides, ahí sí tienes que ir sin importar nada. 


Crea tú propia dieta añadiendo los alimentos, vegetales y frutas, que te creas capaz de aguantar. Sí no te gusta el jengibre no te sientas presionada a utilizarlo. Siempre existe algo natural con que sustituir un alimento. Lo que sí debes aprender es a hacer las combinaciones. Es decir, saber como mezclar los carbohidratos, con las grasas y las proteínas. Para ello solo tienes que buscar la información nutricional de cada alimento, y eso cada día es más fácil, o lo lees en la parte trasera del empaque, o lo buscas en nuestro amado Google. Otro dato es que sí tienes la posibilidad de usar productos naturales, pues muchísimo mejor. Los llamados productos dieteticos a veces sustituyen una cosa y lo recargan de otra y si lo consumimos en grandes cantidades pues pueden estancar la pérdida de peso. También evita las frutas ya de noche, la fructosa es dificil de asimilar y al otro día amanecerás con el vientre abultado, al menos a mí me pasa así. 


Y ahora, para terminar viene lo más temido y desagradable: ejercicios. Son indispensables. Pero en mí opinión no hacen falta gimnasios ni aparatos sofisticados. Con tus pies es suficiente. En mí caso yo me he acostumbrado a una caminata de medía hora a paso medio. También hago algunas rutinas del canal de Youtube de la española Susana Yabar. 


Adelgazar Rápido repito es un mito si tenemos en cuenta el menor tiempo posible. Una semana no es tiempo suficiente para perder digamos unas 20 libras, no es que no se pueda lograr, pero el costo es por lo general muy alto. En un mes es una meta un poco más plausible y aunque te va a requerir una disciplina ferrea y una visita frecuente al gimnasio, no va a acarrear algún problema de salud. 


Lo más recomendable es hacerlo a un ritmo sosegado. Eso nos permite irnos acostumbrando a ese estilo de vida, lo que a la larga nos dará una salud más robusta. 


P.S: En mis primeros 4 meses de dietas y régimen saludable perdí 30 libras de sobrepeso. Luego perdí 10 más y actualmente estoy en mí peso más saludable, que son 130 libras... y me he mantenido en este peso desde diciembre del 2015. Sin dejar de comer un pedazo de bizcocho de chocolate de vez en cuando. 


Atentamente, La Autora.- 











lunes, 20 de junio de 2016

Los Bajalunas.



Quisiera escribir de ellos como sí de una historia se tratara. Podría empezar por "Erase una vez" pero esto no es un cuento de hadas, aunque podría parecer. La historia que hoy les cuento es más bien algo que he sacado de la vida real, es parte del vivir diario y de las cosas que pasan sin concierto previo. 


Climb up to the moon:
Luna querida, objeto de tantas mentiras.
 Fuente: Pinterest.
Yo los conocí desde casi mí nacimiento aunque no me percaté de ello. Los Bajalunas siempre han estado aquí. Andan entre nosotros disfrazados de humanos corrientes esparciendo su hechizo en todos los rincones. No todo el mundo se percata de Los Bajalunas, aunque sí hay quienes nacen con el don de conocerlos a la primera palabra, me gusta creer que soy una de esas; otras personas por el contrario aprenden de sus experiencias a reconocerlos. 


Describir a Los Bajalunas es ardua tarea, puesto que no responden a un canon establecido. Uno podría ser bajo de estatura con el cabello castaño, el otro un poco más alto pero de tez oscura, y un largo etcétera tan amplio como la diversidad de la raza humana. Los Bajalunas más bien se caracterizan por una sola cosa: su capacidad de pintar un mundo de ilusiones


una escalera para bajar la luna:
Así tienden escaleras de ilusión. Fuente: Pinterest.
                                    
Los Bajalunas no obstante no pertenecen a la noble estirpe de los Escritores... bueno quizás uno más que otro sí...su capacidad de pintar un mundo de ilusiones tiene más que ver con la mentira pura y simple. No son poetas, pues sus mentiras a pesar de estar bañadas en las más dulces mieles no tienen la intención de sosegar los corazones. No son cantantes, porque su música no es una melodía eterna. No son pintores porque aunque manejan los colores tienen la incapacidad de apreciar la belleza que los rodean. 


Estos seres, Los Bajalunas, siempre andan a la casa de incautos, sí son mujeres mucho mejor, a los que poder hechizar con banales promesas para lograr fines cuando menos que egoísta. Prometen cosas como bajar la luna, pero no tienen la fuerza necesaria para fregar un plato. Crean castillos y no saben pagar una factura eléctrica. 


Enamoran corazones sin importar que se rompan... pero lo peor de todo es que el mundo parece llenarse cada día más de estos seres. 


Cuantas lagrimas se han derramado en el altar de Los Bajalunas, sería imposible contarlas. A través de toda nuestra historia como raza estos seres han hecho de las suyas. Solo en los últimos tiempos han perdido fuerza, puesto que son más quienes están preparados para identificarlos. Por esa razón han intensificado su ataque. 


Los Bajalunas, están presentes en todos lados. Debemos de evitar caer en sus trampas. Hombres y mujeres terminan a diario usados por estos tunantes y sus fines egoístas. 


Es imposible aquí dar un manual de sus características, pues como ya ha sido dicho estas varían de individuo en individuo, pero es fácil darse cuenta en un par de días, puesto que no pueden frenar la cantidad de promesas que salen de sus labios. 


Los Bajalunas, siempre prometen cosas imposibles, ilusorias y poco realistas. Ojo con ellos, puesto que a la larga no te bajarán la luna, sino el ánimo o peor: anularán tus sueños. 


Atentamente, La Autora.- 




viernes, 17 de junio de 2016

LEYENDO: La Paloma, Patrick Süskind

La paloma Patrick Süskind:




La Paloma de Patrick Süskind es una lectura que hice alrededor del año 2008 como requisito de una materia en la universidad. Era Letra 014, así se llamaba la materia. Fue la segunda asignación, antes ya habíamos leído a Sidharta de Herman Hesse. 


Dentro de lo que cabe esperar, para mí leer una novela, más bien corta como lo es esta, no representa ningún inconveniente, puesto que me gusta leer y que mí padre desde los doce me enseñó la manera de realizar análisis literarios de manera no sencilla, pero al menos práctica. 


Lo que me resultó en un dolor de cabeza fue el contenido de esta novela, que no es más que La Paloma. ¿Porqué este dolor de cabeza con una lectura que acabo de tachar de corta? Por el simple motivo de que yo !ODIO LAS AVES! Me aterrorizan las aves. 


Y Patrick Süskind en esta novela, no solo usa La Paloma como un título o un ser sobre el que darle un eje a la trama, sino que convierte a este feo animal en el co-protagonista, en el antagonista de este relato. Empeñándose por ello en describirla de una manera tan detallada, como realista. 


Así fue como por fuerza del destino me vi leyendo esta historia, y me vi viviendo el terror del protagonista. Me encontré dándole la razón a cada una de sus acciones, y les juro que sentir crecer cada día más en mí el temor a las aves. 


Sobre esta novela, tengo poco que decir. Más allá de ser un relato terrorífico (seguro que para muchos es una especie de broma del autor... para otros les aseguro que no es así), tiene mucho que pagarle a la psicología. Además, y a pesar de todo, es un relato magistralmente dominado por el autor, quien en ningún momento dejar caer el suspense con el que empieza la novela. De igual manera, te ofrece un final que te deja con el gusto de una excelente lectura. 


Eso sí, La Paloma de Patrick Süskind no es acta para miedosos de las aves, a menos que quieran poner en práctica una solución de choque para quitarse el miedo. En mí caso pasó todo lo contrario. 


Creo que voy a preparar una lista de todo lo que he leído para compartirla por mis redes sociales, a ver quien más las ha leído y compartir experiencias. 


Atentamente, La Autora.- 

Definiendo Inactividad




La inactividad es un estado, como su nombre lo indica, en donde no hay ejecución de actividad alguna. La inactividad es el estado propio de las cosas u objetos inanimadas. No creo que deba ser un estado elemental de los seres humanos. 


No obstante, yo ando envuelta y acurrucada en un estado de inactividad profundo. No califico mí actual actitud de haraganería, porque al menos el haragán está feliz con su haraganería. Pero yo no estoy feliz con mí inactividad, más bien me siento frustrada. 


He estado analizando, casi con la entereza de un filosofo pensador sin más nada que hacer o que esperar de la vida (piensen en mí en la posición del Pensante de Rodín, y tendrán la escena exacta de mí idea), que podría estar causando tal estado de inactividad en mí. 


Antes debo de añadir que nunca he sido la persona más activa del universo, ni mucho menos; me caracterizo por ser alguien más bien tranquila. Pero lo de ahora supera toda etapa de la tranquilidad y por muchos rangos. 


¿Porqué estoy yo Definiendo Inactividad? Caramba, casi todo el mundo sabe lo que es la inactividad, sería escribir una sarta de tonterías o copiar y pegar lo que ya ha sido dicho.  respecto a eso. No obstante sí ahora me encuentro Definiendo Inactividad es porque siento que no solo yo estoy en esta etapa. Y procedo a explicarme mejor, y me van a excusar sí la entrada resulta muy larga. 


Definiendo Inactividad: La inactividad a la que me refiero no tiene nada que ver con el esfuerzo físico, ese que hacemos en el plano material y puede ser considerado un movimiento de fuerza relativa, ese no es. La inactividad  de la que hablo es ese estado en que podrías caer cuando no estás desarrollando nada. Es esa etapa en que estás como en modo monotonía agravada. Durante este tiempo lo que te apasiona te cansa, lo que te cansa te aburre, y lo que te aburre es lo que haces. Esta inactividad te inhibe de muchas cosas: terminar tú trabajo, o hacerlo de manera autómata, casi sin darte cuenta que haces; seguir escribiendo, ya sea tú blog (duré tres días escribiendo Los 200 Encuentros, cuando ya tenía el borrón y la historia), o tú novela (no recuerdo en que estado están mis personajes, seguro que alguno de los Monteros no se ha bañado, y el fiscal Salazar debe de estar tirado por inanición en algún rincón de Acertijo (me estoy haciendo auto-spolier), o lo que sea que te de la gana de escribir; que abandones sin motivo tus Resoluciones del año, primordialmente esas que te cuestan tanto esfuerzo y entereza, como en mí caso es mantener un régimen alimenticio sano y hacer ejercicios de manera periódica.


El asunto es que este tipo de estado, inactivo, no es para nada cómodo y menos cuando te das cuenta de la situación. A veces quieres hacer las cosas y algo inexplicable te detiene. Te sientas a escribir y al momento ya no lo estás haciendo.


... la inactividad destruye el intelecto.... #LeonardoDaVinci  #citas #quotes: He pensado en algunas soluciones para esta situación, pero no hallo la manera de ponerla en práctica. He pensado en desarrollar listas de tareas por día a día, nada a mediano o largo plazo, todo a plazo inmediato. He leído que el desarrollo de listas de tareas es una excelente herramienta para organizar tanto el tiempo como las tareas.



Y eso es lo que voy a poner en práctica. Voy a desarrollar listas de tareas cada mañana, y sí es posible crearé una en la mañana y otra en la tarde. Voy a aferrarme a estas listas día por día y voy a cumplir con cada una de las tareas.


Espero que esta técnica me ayude a superar esta inactividad que está sobre mí.


¿Alguien ha pasado por esto? Sí es sí, o sí la respuesta es que estoy en esa situación, me cuentan en los comentarios. Podemos seguir compartiendo sobre este tema. Y planear formas de mejorar esta situación.



Atentamente, La Autora.-





martes, 14 de junio de 2016

Los 200 Encuentros


1ER. ENCUENTRO.



El astro rey refulgía en mitad del cielo con la furia de millares de fuego. La tierra emanaba calor como los hornos de los panes en la casa del panadero. Todo en rededor se antojaba caliente y seco. 


La sed abrazaba la garganta del niño que caminaba al lado de las bestias de carga. Sus pequeños pies eran testigos de miles de caminatas en iguales o peores condiciones. Nunca se quejaba. Había nacido para realizar estos trabajos, aunque tenía la suerte de que el hombre grande y fuerte con quien vivía lo protegía de los latigazos de los capataces. El no se quejaba, igual no conocía otra vida, al menos para él. Ese día irían hasta el valle al otro lado del gran río, nunca había estado allí y la emoción de conocer ese lugar era su aliciente ante las rudas condiciones del desierto.


Entregarían los granos en la casa del señor de todos ellos. Nunca lo había visto, pero escuchaba decir que era hijo del Sol y que por eso debía ser adorado y respetado. El pequeño estaba feliz de que su amo fuera tan importante. Trabajaba todos los días con ahínco y buena voluntad para que el Faraón fuera feliz y su padre el Sol también lo fuera.


Cuando hubieron llegado hasta el pórtico de la enorme residencia del Faraón, fueron recibidos por dos guardias fuertemente armados que inspeccionaron las carretas minuciosamente. Luego que les dieron el pase, entraron a un patio enorme repleto de columnas y paredes con hermosos murales. El pequeñín no entendía que había escrito en los hermosos dibujos, pero por las figuras de las personas y animales el lograba entender la historia que contaban.


Se detuvieron a la entrada de una enorme habitación donde el hombre y otros que estaban en la casa empezaron a descargar todos los alimentos, pero debido al peso no lo dejaron participar.


Con el permiso del encargado de Palacio, el pequeñín se puso a pasear por los patios de la gran casa. Estaba extasiado con todo lo que veía, desde las verdes y altas palmeras, hasta las estatuas de gatos y halcones que bordeaban las calzadas. En uno de los patios había una piscina enorme y limpia, bajo un techo alto y rodeada de columnas con blancas cortinas de lino.


Todo era hermoso a los ojos del pequeñín, y maravillado pensaba en que el pueblo había hecho un gran trabajo para darle un hogar especial a su dios y soberano. Sus ojos brillaban de emoción ante todo lo que veía.


En una de las grandes salas, la niña que estaba sentada rígida y en posición de estatua se quedó mirando al otro niño de los ojos brillantes. Había visto pocos niños de su edad, y a los poco que había visto siempre era en la lejanía.


Sabía que no debía abandonar su posición, y menos la sala en donde estaba; a los mayores no les gustaba verla por los pasillos ni accediendo a los lugares del Faraón. Ella trataba de cumplir siempre, pero a veces no podía evitar la curiosidad o la necesidad de salir corriendo. Como ahora. Quería levantarse e ir a mirar los ojos de ese otro niño. Le gustaba el brillo que tenían, como el de las  aguas del río en las horas de la tarde.


Sin saber como, se levantó y caminó hasta el borde de la sala; se mantuvo al amparo de una enorme columna; no saldría de la sala hacía el patio. Se mantendría cerca de su lugar, así podría volver sin problemas cuando se acercara su cuidadora. Lo observaría en silencio, miraría sus ojos sin que nadie se percatara.


El pequeño estaba extasiado con la piscina, para él era un pequeño río privado, muy limpio y sin corrientes, especial para el Faraón. Todo lo del Faraón era hermoso, porque era el señor de todos, hijo del Rey de los Dioses. Nada podía cambiar tan absoluta verdad.


En un momento determinado sintió sobre el la extraña sensación de ser acechado. Sí hubiese sido una persona mayor, el miedo se habría apoderado de su espíritu. Pero en la inocencia de la niñez, el pequeño buscó con curiosidad en las frescas sombras que lo rodeaban. No veía nada ni a nadie. Ni siquiera un pequeño animal. Pensó que quizás se trataba de algún espíritu o de la presencia de algún dios. Porque siendo esta como era la casa de uno de ellos, a lo mejor estarían de visita.


Ya no buscaría más... tenía que volver junto al hombre y las carretas, para volver a su aldea. Giró en redondo para volver por donde mismo había llegado, y fue cuando vio un hermoso par de ojitos negros, que lo miraban con mucha curiosidad. El pequeño se quedó hechizado pues esos ojitos brillaban con la fuerza de un espejo, eran hermosos. Más hermosos que la casa entera del Faraón.


Sin saber cómo, ni porqué, ambos niños se acercaron uno al otro como atraídos por una fuerza invisible. Estaban encandilados por sus ojos brillantes. Diferentes. terminaron cabeza con cabeza, eran de la misma estatura, uno delgado pero fuerte, la otra aparentaba saludable pero era frágil.


Se miraron a los ojos, y sintieron un reconocimiento mutuo. Sin poder evitarlo comenzaron a reír como los niños que eran. Un impulso los condujo a fundirse en un tierno abrazo. Sensaciones tan extrañas hicieron aparición en sus corazones. No entendieron nada de lo que pasaba. Querían quedarse juntos. No dejar de mirarse a los ojos. Continuaron de pie bajo una palmera, tomados de las manos, mirándose a los ojos.


El hombre se quedó mirando la pareja de niños bajo la palmera. Lagrimas salieron de sus ojos, se sintió desdichado por la desdicha ajena. Miró en derredor. No había nadie, por suerte. Tomó su muleta de oro y lapislázuli y lentamente se acercó a la parejita. Los niños ni notaron su llegada. El hombre soltó su muleta, y con el apoyo de la palmera puso sus manos frente a los ojos de cada niño. Su mano izquierda tapaba los ojos de la niña y su derecha los ojos del niño.


Ambos niños lloraron ante la irrupción de la oscuridad que les impidió la visión. Ninguno quería dejar de mirar al otro. Pero era necesario. No podían durar la eternidad mirándose. El hombre sabía que este no era su tiempo.


Aún con su mano tapando los ojos de la pequeña niña, tomó su muleta y fue alejándola del lugar donde el niño quedó llorando de manera desconsolada.


Unos minutos después un militar lo encontró en el mismo lugar, llorando ríos de lagrimas.  Tenía un rato buscándolo, y a pesar de que estaba en un lugar privado de la familia real, no pudo evitar sentir compasión del pequeño. Así que lo tomo en sus brazos y se lo entregó al preocupado hombre junto a las carretas.


Los días se sucedían uno tras otros... eran como una carrera interminable del día y la noche, de sol y la luna. Nunca más los ojos de los niños dejaron de derramar lagrimas, nunca más sus bocas se abrieron para comer alimento alguno.


El dolor se asentó en los corazones de los dos niños; solo respiraban pensando en el otro.


Sus cuerpo se fueron consumiendo lentamente... y en un momento dado ambos abrazaron la muerte con deseos, buscando en su abrigo la calma a su dolor.


Pero sus almas no subieron a la barca de la muerte... agarrados de las manos, entraron al vórtice de la vida y la reencarnación.


La señora del tiempo les susurró al oído: "Ahora no; aún no es su tiempo".


El hombre de la muleta, también abrazó a la muerte... aunque con más sorpresa que con resignación. La muerte tampoco lo subió a su barca, pues no era tampoco su tiempo. Un poco desorientado, el que en vida fue Faraón, decidió seguir a las pequeñas almas que agarradas de la mano esperaban su turno para volver a vivir otro ciclo.



Atentamente, La Autora.-




jueves, 9 de junio de 2016

CARTAS A MÍ AMOR: 1era. Carta




week 4 #2  Dramatic tension that breaks allows Nora to tell Toravald exactly how she feels and to see how Torvald will never see and treat nora with respect .: La vida es una constante cambiante, y en estos tiempos este cambio pasa con muchísima más velocidad que por ejemplo cuando estaba niña. Todos vivimos al ritmo que nos dictan los tiempos, con la misma rapidez y dejando de lado esos detalles que eran los que se constituían en recuerdos en épocas más tranquilas. 

En el amor y en las relaciones de pareja y de familia está ocurriendo lo mismo; la rapidez del mundo está condicionando la forma de interactuar en el núcleo interno de cada persona. Las conversaciones por mensajería instantánea, o las vídeo llamadas, han sustituido las relaciones directas, y hasta han suplantado las llamadas de telefónicas. 


Y los mortales nos estamos dejando llevar; no a la fuerza; nos estamos dejando llevar por placer. Seamos sinceros: es más fácil textear un "te quiero" a nuestros padres, que tomar un transporte e ir a su casa a decírselos frente a frente. Es increíble ver como en un grupo de cinco personas tres están pegados a sus teléfonos celulares, mientras los otros dos revisan sus laptos, cuando supuestamente habían quedado a toarse un café. 


Yo me horrorizo, pero he de confesar que un montón de veces estoy junto a mí familia sin estarlo, pues al mismo tiempo estoy pegada a la pantalla de mí celular enviándoles mensajes a mí novio. Es como sí estuviera a kilómetros de distancia de mí familia estando a solo dos pasos de uno de mis hermanos. 


Los mensajes de texto son rápidos, sencillos y relativamente económicos. Pero igualmente son muy impersonales. Podrás escribir un montón de "te amo", y nunca tendrán la fuerza de un sentimiento o de una palabra formulada por tus labios al oído del otro. 


Es posible, sin dudarlo, escribir un montón de cosas sin pensarlo, sin sentirlo; pero al menos cuando se habla algo te revela la veracidad o no de lo que te dicen. 


También los mensajes de texto tienen la cualidad de que no tiene que esperar tanto tiempo para recibir una respuesta. Un "hola" te lo responden en menos de una milésima de segundo; no te da ni tiempo de que te nazca una pequeña ansiedad. Ya no hay ilusión de esperar una respuesta. 


Por eso mí novio y yo hemos decidido escribirnos. No solo a diario por mensajes de texto. Nos vamos a escribir cartas en papel normal, que vamos a enviar por el correo tradicional.


handwritten letters and cards... still good things to write and create.: Porque, para sorpresa de muchos, el correo tradicional funciona perfectamente y cada día está más ágil. Resulta o se escucha un poco tonto, porque nos escribimos a diario, así que ¿qué podríamos decirnos en nuestras cartas?


En eso es que radicará el misterio, y la emoción. Nunca sabremos cuando nos han enviado una carta, ni que va a contener. Podría sí tratarse de solo una repetición de lo mismo que nos decimos por mensajes de texto, pero tiene la especial condición de que serán recuerdos más duraderos. Podremos mostrarlos a los hijos y nietos en un futuro que se antoja muy impersonal. 


Otro requisito en nuestro reto de intercambio de misivas, es que escribiremos con nuestro puño y letra. Es algo que hemos decidido de improviso. 

¿Qué podría yo escribir? Muchísimas cosas, pero todo dependerá de mí estado de ánimo y de la carta suya que yo haya recibido antes. 


Dentro de todo esto, lo importante siempre será el detalle. El objetivo es crear recuerdos, y la meta es forjar una historia entre los dos.


Atentamente, La Autora.-

miércoles, 1 de junio de 2016

Creando Historias

Hoy toca escribir... tengo muchas cosas que fusionar, notitas aquí y allá que esperan tomar formar y adaptarse a algún hueco en el rompecabezas de mí historia.

Llorar es de Personas Sabias

Es imposible continuar cuando tú corazón ya no tiene ganas de seguir.

A veces se siente como sí sé respirara amargura.

Esos días en que cada latido de tú pecho es como una punzada de desasosiego.

Así ocurre a veces que tú cabeza se llena de fantasmas grises que se empeñan en nublar tu vista con gotas de tristeza.

A veces hay días en que no puedes ver los colores.

Y es como sí un nudo se sentara en tú garganta y te evitara tragar.

Sabes, en lo profundo de tú ser racional, que sólo es un momento; pasará; sólo será un borroso recuerdo, tonto, allá en la distancia.

También sabes que nada ni nadie merece tú sufrimiento; pero igual llorar porque crees que llorar te va a refrescar el alma acalorada por el dolor.

Lloras para que tus lagrimas arrasen en embestida furiosa el desencanto o el desamor.

Lloras porque no eres débil; porque eres inteligente y sabes que el sufrimiento y la aceptación del adiós hará borrón y cuenta nueva en tú corazón.

Llorar es de personas fuertes;  llorar es de personas sabias.

Atentamente,  La Autora. -