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miércoles, 27 de abril de 2016

La que Siempre Buscaba Felicidad.



QUIZÁS TODO EL MUNDO TENÍA LA RAZÓN. PERO, ¿CÓMO SABERLO? ¿DE QUÉ MANERA RESIGNARSE A SOLO EXISTIR COMO UN OBJETO MÁS SOBRE LA FAZ DEL PLANETA?
ELLA NUNCA ENTENDIÓ SU MUNDO.
SU MUNDO NUNCA LA ENTENDIÓ A ELLA.

Mujer… by Marie A.-C.:

Podría empezar la historia de Thilil con la clásica frase de "Erase una vez" pero creo que sería desmerecer su historia del grado de fuerza que conlleva. 


No estoy hablando de un personaje más de los que plagan los rincones desconocidos del Universo, sino de un ser de luz que todos los días, a cada fracción de tiempo, buscaba la manera de ser distinta. Ella era La que Siempre Buscaba la Felicidad. 


Y era distinta, muy distinta. Thilil nació, creció y sembró en un mundo más allá de los confines de la Vía Láctea, donde todos los humanoides estaban a merced de lo que dictaba el Sistema Supremo. Nadie actuaba distinto, pues desde que nacían le inculcaban los mismos valores y modos de comportamiento. Nadie se molestaba en preguntar el porqué de ese patrón, tampoco nadie se molestaba en pensar tan siquiera en romper la rutina. 


Todo era igual. Desde la actitud de la personalidad, el porte físico, las vestimentas, todo era igual. La uniformidad era un bien tan preciado que la mayoría de las personas peinaban sus cabelleras rubias de la misma manera y sí alguien nacía con el cabello aunque fuera un tono más oscuro se lo aclaraba usando como jabón de pelo una olorosa planta de jardín. 


Y ni que decir de las infraestructuras. Los edificios eran una replica al infinito del mismo modelo, y se congregaban todos dentro de un círculo alrededor de una extensa explanada que tenía una estatua en medio del fundador de esa civilización y que tenía la función de servir de escenario a las anuales celebraciones de conmemoración. Alrededor de estos edificios y siguiendo el mismo patrón, se encontraban las viviendas de los demás habitantes. Los círculos de casas iban descendiendo por la ladera de la montaña hasta acabar en el borde del canal artificial que bordeaba toda la capital de esa Polis. 


El mundo donde vivía Thilil es muchísimo mayor que nuestro planeta Tierra, pero unos cuantos mundos más pequeño que Júpiter. En cada coordenada el fundador mandó elevar montañas de igual tamaño, y sobre cada una colocó las poblaciones, pero solo en una estaba la Polis, en aquella en que reposaba su megalomana estatua.


Los habitantes de este mundo sabían muy poco de sus orígenes, y no era que se molestaran mucho en escudriñarlo. Quizás solo tuvieran que mover unos cuantos pedruscos para encontrar los vestigios de la primera civilización, pero ellos no tenían un motivo para hacerlo pues consideraban que su vida estaba bien. 


En cierta época, para el tiempo en que los valles se cubrían de una sustancia color crema, más fina que la nieve y el mundo era recorrido por gélidos vientos en el cuarto círculo en la vivienda número 10 nacía una niña. Nada podría haberla hecho distinta, solo era una niña más que nacía. No obstante, ya habían pasado 15 años terrícolas sin que hubiera nacido un solo bebé en la Polis. Sería momento de alegría para los padres, pero la niña nació con un defecto: un abundante y vibrante cabello rojo que la hacía distinta.


Esa pequeña era Thilil, La que Siempre Buscaba la Felicidad. Desde que nació hasta que sembró, Thilil buscaba sonreír. Sí no encontraba un motivo fortuito, ella creaba una situación. Por las calles se escuchaba su risa cantarina. Su voz estridente maltrataba los oídos de los vecinos cada vez que cantaba esas canciones que ella se imaginaba. 


Su madre lloraba en silencio tal desastre de la genética. Buscaba una explicación, algo lógico que le permitiera entender porqué su hija era distinta. En secreto la llevaron a la Octava Colina, donde estaban los centros de salud del planeta, para que fueran los magos de la mente quienes le dieran una solución a su situación. Thilil solo era ella, le dijo un circunspecto mago vestido de azul cielo. No tenían una cura para tales asuntos. Le recomendaron encerrarla, obligarla hacer las cosas aceptables. Hasta mantenerla dormida con tal de que no resaltara. 


Su madre se empeñó en hacerla encajar. Lavaba su cabello hasta tres veces al día con la planta aclaradora, callaba su canto, tapaba su risa. La mantenía encerrada en su casa, y aplicaba en la jovencita un castigo por cada sonrisa inmotivada. 

El tiempo pasó. Los castigos llovían día a día sobre ella. Toda el círculo cuarto se olvidó de la hija de los de la vivienda número 10. Nadie escuchaba su risa, ni su voz, ni sus canciones. A nadie le importó. 


Thilil a fuerza de obligación perdió la voz, sus ojos se apagaron y sus cabellos no brillaban ya. Su madre estaba feliz. Su hija era un ser común. Adaptable. Nada era distinto, todo era igual, la rutina perfecta. 


Cierta noche un sueño extraño se asentó en la cabeza de Thilil. Soñó que vagaba sin rumbo en una inmensidad espacio cubierto por la nieve color crema de los inviernos de su planeta. El viento gélido no corría, no había colinas, no había canales, no había personas, solo ella y la infinitud. Todo era silencio, el odioso silencio al que estaba condenada. Intentó hablar, llamar a su madre, pero su voz no emergió de su cuerpo. Derrotada ante lo evidente apretó su garganta, pues sentía en ella atrapado un fuego que le devoraba el pecho. Sentía la respiración se su ser quedarse estancada en sus vías respiratorias. Sabía que tenía que gritar, hablar, reír o cantar porque sí no lo hacía su cuerpo iba a explotar. 


Despertó. Despertó en su habitación, empapada en sudor. Unas lagrimas calientes emergieron de sus ojos, y en su cerebro brilló una cuestión: ¿porqué? ... ¿Porqué no puedo reir? ¿Porqué no puedo hablar? ¿Porqué no puedo ser distinta? ¿Porqué? ¿Porqué?


Thilil sabía las respuestas de sus porqués, pero no lo entendía. Sabía que el sistema no quería a nadie distinto, pero no entendía el porqué. Y sabía más aún... sabía que estaba mal el hecho de cuestionar todo lo que estaba hecho antes de ella y antes de sus padres, y los padres de ellos. 


Pero, ¿qué podía hacer ella con las ganas de reír? Tenía ganas de ser feliz. No hablar, no cantar, no reír, la estaba matando poco a poco. Marchitando su hálito de vida cada día más. Sin saber como, ni en que momento lo hizo, se encontró recorriendo las calles de la Polis, rauda y veloz. Dejaba todo detrás, no sabía que buscaba, solo corría en pos de la masa negra y alta del bosque septentrional.

love:
Cuando estuvo lejos, cuando no veía el brillo de lo que todos llamaban hogar, corrió más rápido, gritando con todas sus fuerzas, liberando sus pulmones, dejando salir su voz, cantando canciones olvidadas, esas que quisieron enterrar dentro de ella, esas que le quemaban las entrañas. Mientras sus pies volaban sobre el suelo, reía mirando el cielo purpura cuajado de estrellas. Thilil, La que Siempre Buscaba la Felicidad, era presa de una felicidad universal. Reía con la naturaleza, reía con su esencia. 

Tan feliz estaba, tan profundo era su sentimiento de dicha, que no vio el abismo, no sintió el miedo de caer. La sensación del vértigo le hizo lanzar alaridos de felicidad, y en un paroxismo de alegría se sumergió en las oscuras aguas del cauce furioso que la engulló a ella y a su Felicidad como a todo lo que no era aceptable en ese planeta. 


Thilil sintió el agua mientras inundaba sus pulmones, y no obstante sentir dolor, le dijo adiós al planeta dando su última risotada. 


Así nació, vivió y sembró Thilil, La que Siempre Buscaba la Felicidad. 





Atentamente, La Autora.- 






martes, 26 de abril de 2016

LEYENDO: Los Caballeros de la Ciencia de Juan Soto Miranda.

"Nunca preguntes por qué a ti, 
sólo en el tiempo lo comprenderás, 
porque en el cielo o en el infierno sentiremos lo mismo"
J.R. Diroché



Para empezar a hablar de mí más reciente lectura, ésta que ya he terminado, primero tengo que hacer la salvedad de que me encanta el género detectivesco y más cuando está relacionado con el tema de la religión. No sé, estos temas y tramas me llaman mucho la atención, especialmente ese mundo velado mitad real mitad mito que son las hermandades secretas que han plagado la historia humana. 


Durante el fin de semana pasado mí lectura fue un ebook titulado Los Caballeros de la Ciencia del escritor Juan Soto Miranda (haz clic acá y date una vuelta por su website), y les juro que fue una lectura, además que impresionante, bastante intensa. 


Yo la definiría como esas novelas que te suben y bajan la presión a medida que vas pasando cada página. Te atrapa y no sabes como zafarte hasta que ya estás al final de ella. 


Claro que es una historia ficticia, no obstante el escenario que el autor eligió para el desarrollo de la misma no lo es, lo que hace que la historia sea más impresionante todavía. 


Pero, antes que nada, hablemos un poco de su autor Juan Soto Miranda. Antes tengo que ser sincera: jamás había escuchado hablar de él, pero desde ya es uno de esos escritores de los que compraría un libro sin dudarlo. El mismo en su web nos ofrece una pequeña y humilde biografía que voy a copiar acá, para que conozcamos más a este autor: Juan Soto Miranda (Madrid, 1974). A pesar de ser alumno destacado en las asignaturas de letras durante su formación preuniversitaria, orientó su carrera a las ciencias, estudiando Ingeniería Superior Informática. Sin embargo, desde siempre ha tenido inquietud por escribir y, con dedicación y constancia, compatibilizándolo con sus obligaciones laborales y familiares, ha conseguido concluir este ambicioso primer proyecto: Los Caballeros de la Ciencia, a la venta en Amazon. Amante de la lectura, el deporte, la naturaleza y los viajes, que inspiran algunas de las escenas de su libro, se define como un perfeccionista. En la actualidad trabaja en su segunda novela, que compartirá algunos de los personajes con Los Caballeros de la Ciencia.


Los Caballeros de la Ciencia de Juan Soto Miranda es un thriller investigativo y religioso, que se centra en la historia que discurre después del descubrimiento de una crucifixión en plena sierra madrileña. La protagonista principal es la sargento María Ballesteros, una mujer joven, pero tenaz y muy inteligente (me encanta que haya elegido una mujer como protagonista) que se adentra en el mundo de la Abadía benedictina del Valle de los Caídos y hasta en el mismo Vaticano con tal de esclarecer la muerte del Jesús del Siglo XXI. 


En su discurrir la protagonista converge con varios personajes que van aderezando la obra con cada una de sus acciones. Lo que más me llamó la atención de la novela es que el autor, Juan Soto Miranda, tuvo la extrema delicadeza de no dejar ningún cabo suelto. Nada aparece en la obra producto del azar de la inventiva desatada del escritor.


Muy a pesar de todo, y en mí opinión claro está, la figura del segundo protagonista, ese que está casi velado, pero que en esencia es el que impulsa la obra, o sea el misionero benedictino Jesús López, va quedando en una especie de sombra pues son pocos los detalles que de él vislumbramos. Me quede con el deseo de saber, de conocerlo, de escucharlo hablar. Porque así como aparece en la obra verdaderamente queda plasmado como un ser místico, cercano y lejano al mismo tenor. 


La obra para aquellos que gustan de las tramas ricas en misterio, en líos, en asuntos por resolver, en ciencia avanzada y en secretos milenarios, ésta novela les va a encantar. Yo la leí y le doy sin temor un +A. 


Atentamente, La Autora.- 






lunes, 11 de abril de 2016

Los que Entran/Los que Salen.




¿Qué se supone que debe de sentirse cuando las personas entran y salen de tú vida sin ton ni son?
Bien podrías ponerte a llorar, o quizás a odiar.
Pero, ¿podría haber otra solución?

2-No te sorprendas si después de un tiempo de alejarse, regresa a buscarte. Esa es la segunda indicacion de que la inestabilidad y bipolaridad son su verdadera personalidad(alguien que no vale la pena estar) Recuerda que la gente solo oculta su personalidad al principio pero despues cuando se cansan de ser alguien mas es cuando reflejan quienes son en realidad... A veces el problema es que se quiere demasiado a alguien en muy corto tiempo sin antes tomarse el tiempo en conocerlo.


Durante todo el trayecto de esta carrera que acostumbramos a llamar vida vemos a Los que Entran y a Los que Salen. No hay quien no haya pasado por esa situación y por el amargo desencanto que se nos adhiere a la garganta formando un nudo indisoluble que siempre creemos que nos va a asfixiar. 


No sé sí a todo el mundo le pasa lo mismo. Lo anterior es siempre mí reacción cuando alguien se aparta de mí vida sin yo estarlo esperando. 


Las situaciones que puedan dar pie a una situación como esta (perdonen el uso excesivo de una sola palabra), pueden ser varias. Como varias son las formas en que ciertas personas entran en tú vida. A veces uno mismo las buscas, otras se las encuentra por azar, pero el hecho es que al final se plantan en tú vida y se convierten, quizás no en seres imprescindibles, pero sí en entes que son necesarios. 


Los que Entran/Los que Salen tienen la misma naturaleza, es decir, son la misma persona. Así que el sentimiento es uno, ya sea en una vía o en otra. No sé sí me estoy dando a entender, y de verdad como que me está importando poco, aunque sé que más de uno de mis pocos lectores entenderán mis palabras sin tantos rodeos. 


Se podría pensar que intento despotricar en esta entrada mí "mala suerte" con las amistades, las parejas y eso (podría ser, pregúntame en un comentario a ver que te digo!!!), pero a ultima instancia no lo es. Sí que se me ocurrió hablar de esto porque he visto (he sentido) que este tipo de proceso crea en la persona afectada un estado de ánimo que a veces raya en lo inaceptable, humanamente hablando. Y es que he llegado a pensar que no es justo que nosotros mismos nos maltratemos tanto por otro ser humano que a la corta o la larga no está unido a nosotros físicamente. 


!Por Dios! A veces creo que las personas nos excedemos de sentimentalismo y de necesidad ajena, y que lloramos más a alguien que entra y sale de nuestra vida que la perdida de nuestra salud, por poner un ejemplo. 

¡Levantemos los ánimos este viernes! Mira estas frases de motivación y sonríe un rato:



Sinceramente, yo no soy la CHICA-POSITIVA-TODO COLOR DE ROSA, al contrario tengo días, y dentro de algunos días, tengo momentos en que no puedo mantener la aguja de mí ánimo en modo alegre, porque !!carajos!! soy humana y algo a de afectarnos al menos momentáneamente. 


Ahora bien, por mí experiencia propia, que modestia aparte considero mejor que cualquier consejo del psiquiatra más titulado porque es real, es algo sentido en carne propia y no aderezado con tecnicismos quasi indescifrables, les puedo decir que TODO PASA POR ALGO. Así suena a cliché barato de proselitismo religioso, y posiblemente así sea, pero es una buena frase para comprender que no todo en la vida es estático, incluyendo a las personas. 


Sí es doloroso, y lo seguirá siendo por los siglos de los siglos, y siempre nos sobrevendrá la pregunta de porqué, de qué hicimos mal, eso no nos lo despinta nadie, así como tampoco de que nos duela (claro a menos que ya estés preparado para ese ruptura), o que lloremos. 


El asunto está en sacar fuerzas de esa situación, porque he visto que hasta de las cenizas se saca provecho, ¿porqué no hacerlo de nuestro dolor, o de nuestra decepción?


No es fácil, no te voy a decir que lo vas a superar (al menos cuando se trata de un noviazgo), pero al menos le vas a ir poniendo un poco de objetividad y el nudo en la garganta se va a ir aflojando, eso sí te lo aseguro. Acá que digo como vi que una señora pone en sus vídeos de Youtube: TODOS LOS REMEDIOS Y DIETAS LAS HE PROBADO EN MÍ. Por eso te lo digo, porque lo he puesto en práctica. 


Puede que a nadie le interese ni un fideo esto que he escrito, y que aparente además una copia barata de algún buen artículo que se hallan leído,  pero igual no me voy a cohibir de compartirlo. Sé que más de uno estará buscando un cómo hacerlo, cómo enfrentarlo y quizás se le pueda ayudar. 


Y esto no aplica solo a los amores malogrados, sino también a las amistades malogradas. Aplica a todos los que Los que Entran/Los que Salen.


Aplica por igual en sentido contrario: Por Dios, cuando vayamos a salir de la vida de alguien que nos tiene un poco de cariño y nos piensa como entes importantes, tengamos la delicadeza de ser educados y de tener una razón. Porque así como sentimos a Los que Entran/Los que Salen nos dejamos sentir cuando entramos y salimos abruptamente de una vida ajena. Nada en el mundo va a cambiar por efecto de magia, sino que nosotros debemos cambiar por dentro para lograr un cambio enorme por fuera. 


Ya no tengo más nada que escribir...


Atentamente, La Autora.- 



viernes, 8 de abril de 2016

Como ser una Alumna Fantasma (Escritora Fantasma)



SITUACIÓN: TE HAYAS EN LA UNIVERSIDAD, COLEGIO, CURSO, O LO QUE SEA Y DE IMPROVISO SE TE REQUIERE QUE PREPARES UNA TAREA EN ESPECIFICO PARA LA CUAL NO TIENES TIEMPO, SIENTES QUE TE FALTA LA CAPACIDAD O SIMPLEMENTE NO TIENES IDEA DE QUE VAS A HACER... LO ÚNICO QUE SE TE OCURRE ES PREGUNTARLE A TÚ COMPAÑERO, QUIEN TE RECOMIENDA A ALGUIEN QUE LO PUEDE HACER POR TI, EN EL TIEMPO ESTABLECIDO Y CON LOS PARÁMETROS QUE PIDES. ENTONCES APAREZCO YO (O CUALQUIERA QUE SE DEDIQUE A ESTO). 


La Alumna Fantasma.

O tal vez nunca aparezco del todo... les cuento... accesoriamente a mí trabajo como asistente de una oficina jurídica me dedico junto a mí padre a llevar una empresa familiar llamada PiRoJiCa, que consiste en nada más y nada menos en preparar tareas, proyectos, monográficos, informes de lectura, análisis de obras literarias, creaciones literarias, y toda cuanta asignación pudiere aparecer. 


Podría parecer el trabajo más simple de la vida, ya que trabajamos casi a modo de freelancer, pero es conveniente decirles a quienes piensan que esto es así, que no lo es. 


Díganme algo, ¿desde cuando hacer el trabajo pesado es la parte fácil?... pero acá no vengo a hablar de la dificultad o no de este trabajito extra, sino a hablar un poco de como me siento y como ser una Alumna Fantasma (Escritora Fantasma). 


Lo primero es que cuando estos trabajos llegan (últimamente están llegando pocos debido a la alta competencia y a que es más fácil encontrar todo tipo de temas en internet), yo por lo general me pongo contenta, por dos razones, la primera es que me va a proporcionar una entrada extra y la segunda es que voy a aprender algo más.


Después viene el fatigarse, el estres, y todo lo que conlleva tener la obligación de entregar un trabajo en un tiempo determinado. 


No obstante este trabajo tiene una ventaja y es lo que ya he mencionado: APRENDES MUCHÍSIMO. 


Sí deseas aprender Como ser una Alumna Fantasma (Escritora Fantasma) cuyos trabajos tenga una calidad indiscutible, conviene que leas las siguientes técnicas que he desarrollado: 


  1. Piensa como tú cliente. Este punto es primordial a la hora de elegir el lenguaje y los términos que vas a usar en la redacción final del trabajo. Nunca un estudiante de preparatoria o de educación intermedia se va a expresar de igual manera que un profesional que esté en una maestría. Ojo con eso. 
  2. Documentate. Al principio yo solo trabajaba con los temas de derecho que nos llegaban, pero con el tiempo he ido desarrollando más temas. La clave para poder abordar cualquier tema y preparar un buen, no sé, monográfico es documentarte. Mucho, muchísimo. No importa sí solo es un reporte de lectura de una página. Investiga y déjalo guardado pues no sabes cuando te será útil. 
  3. No hagas copias. En mí PC guardo una copia digital de todos (casi todos) los trabajos que voy haciendo. Pero cada vez que me llega alguien nuevo trato de crearle su propio documento, algo que refleje su esencia, que no sea una copia descarada de algo que ya está hecho. Eso también es bueno tenerlo en cuenta cuando la persona viene de la misma institución educativa que la anterior. 
  4. Cumple con tú palabra. A veces hay trabajos que los empiezo a hacer sin el cliente apenas haber dado nada del importe final, pero no obstante siempre lo termino. Trato de hacerlo siempre, aunque se ha dado el caso en más de una vez en que nunca han pasado a recoger el pedido y yo no he cobrado, pero igual hay que mantener una ética laboral.
  5. Sé un Fantasma. Esto es simple: no conviertas cada uno de tus encargos en oportunidades de expresar tus ideas propias. Recuerda que eres un ente que se supone no debe de estar ahí, así que no es nada cómodo que coloques una idea que la persona que requiere de tus servicios no comparte, o simplemente no comprende. 

En esto de hacerle la tarea a los demás... perdón... de ser una Alumna Fantasma tengo alrededor de más de 13 años, puesto que empecé bien chica a ayudar a mí padre y a yo misma preparar tareas para mis compañeros de clases. 


No puedo decir que esto me ha hecho rica monetariamente, pero al menos ha aportado un poco más cada vez. 


Sé que aunque al final terminemos no haciéndolo, a mí me gusta bastante. He leído montón de libros que no me podría haber comprado, gracias a que he trabajado de Alumna Fantasma. 


Y no solo espero que lean esto, sino que no duden en buscar de nuestros servicios, contactando por vía de correo electrónica a PiRoJiCa. Así me dan otro motivo de aprender. 


Atentamente, La Autora.-




Las Ballerinas Rojas

"La libertad no es nada más que una 
oportunidad para ser mejor".
Albert Camus, 
escritor y dramaturgo francés.



Las Ballerinas Rojas... esto no es una historia como otras que yo me pueda inventar y moldearla a mí gusto porque es un asunto que he recogido de mí realidad.


Las Ballerinas Rojas son unos zapatitos sin tacón que uso casi a diario y que me han reportado infinidad de momentos. Y digo de momentos porque yo soy de las personas que practico esa técnica de todo convertirlo en algo productivo para mí crecimiento. Sé que podría sonar muy cliché, muy al estilo de coaching de superación emocional, y quizás lo sea ya que creo que eso se lo escuché a un presentador de CNN, pero como me ha funcionado, pues lo defiendo a capa y espada. 


Bueno, el hecho es que he decidido contarles de mías  Ballerinas Rojas debido a una reciente (reciente es reciente, menos de 5 minutos) "conversación" con una conocida. 


La dama se quedó mirándome fijamente primero y luego me hizo una especie de radiografía de cuerpo entero... no satisfecha con lo que vio me preguntó "¿Tú no eres la hija de Anin y Fuche?", respuesta "Sí", ya me iba imaginando por donde iba la cosa, pero bueno. 


Termino de entrar a mí oficina y la señora no contenta conmigo, vuelve a bombardearme "Tú estás muy bonita, ¿pero que edad tienes? Yo creo que eres de la edad de mí sobrina", respuesta "Sí"; tercer bombardeo "Entonces, ¿porqué usas esos zapatos rojos? Yo creo que esos zapatos son para una muchacha de 15, no para una mujer de 25 años"... en ese momento por mí mente pasaron las más bellas respuestas, esas que tienen un sabor picante y que le llegan al fondo a las personas, pero haberlo hecho sería irme a su campo de batalla y perder por inexperiencia. 


En cambio solo contesté "Posiblemente", y le aplique una ley que he ido perfeccionando con el tiempo: La Ley del Hielo. 


Ustedes dirán, "Sí vamos, mal momento, ¿pero que provecho tiene que nos los cuentes?",  a lo que yo misma respondería que tal vez absolutamente ninguno. pero no obstante quería hacerlo. 


Porque me quedé pensando en sí eso es verdad, en que sí una prenda de vestir puede etiquetarte como una persona inmadura o no. 


Tal vez estoy equivocada, y debería dejar de usar ballerinas y mantenerme sobre tacones de sendas pulgadas, al fin y al cabo soy una mujer profesional de veintitantos años...


Lo único es que ocurre un problema: a mí no me da la gana de demostrarle a nadie mí madurez o de adaptarme totalmente a los cánones que los demás esperan, porque yo soy yo, y creo que a quien debo tratar de hacer feliz es a mí misma, y lo demás que venga por añadidura. 


Sin más nada que agregar, 


Atentamente, La Autora.- 



jueves, 7 de abril de 2016

Una Lectura en 30 Días



A mí me gusta hacer locuras... primordialmente en cuanto a aceptar retos. Los retos son mí debilidad. Pero a veces pasado un rato me pongo a pensar en lo que he hecho, aunque nunca o casi nunca me he arrepentido. 


Pero de este reto hasta he cogido miedo... a ver a quién se le ocurre leer la Biblia en un mes... solo a mí...


Bueno, ya lo acepté y a lo hecho pecho, aunque la Biblia no es la lectura más dinámica que existe voy a tratar de leer todo lo posible. 


A ver como termino este nuevo reto. 

martes, 5 de abril de 2016

LEYENDO: La Ladrona de Libros

"La guerra es desatar con los dientes
 un nudo político que no se puede 
deshacer con la lengua"
Ambroce Bierce, 
escritor estadounidense.

Hace tres años que llegó a mí casa (¿les he contado que en mí casa todos somos lectores enfermos?) un libro voluminoso y con una portada un tanto extraña: una imagen de un pequeño teatro abierto y en sus tablas una niña tirada en el suelo leyendo un libro. 


Y el título más extraño aún: La Ladrona de Libros.

Erase una vez un pueblo donde las noches eras largas y la muerte contaba su propia historia. En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra. Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras http://www.imosver.com/es/libro/la-ladrona-de-libros_5009980090:
Portada de la Edición del 2007,
de la Editorial Lumen.

Y dentro de su solapa una historia mucho más extraña aún: la vida de Liesel Meminger contada desde la perspectiva de una narradora de lo más peculiar: La Muerte.


En apariencia esta novela parece un título más de la amplia bibliográfica de la literatura juvenil, pero su autor, Markus Zusak, ha contado de una manera tan suya la historia de su sangre que inmediatamente te atrapa en sus lineas y no te deja escapar hasta que terminas de leer todas las páginas y te quedas deseando más detalles de la historia. 


Bueno, como ya dije, hace tres años este ejemplar llegó a mí casa... y digo llegar porque con exactitud no recordamos como fue que llegó... cosa que siempre pasa en mí casa, los libros llegan y se quedan de las formas más raras... a veces los llevan conocidos que como saben que nos gusta leer deciden regalarnos libros, ya sean que los tuvieran o que los adquirieran expresamente; otras veces son comprados por nosotros mismos, y un montón de libros han llegado allá de manera inexplicable, como el caso de La Ladrona de Libros de Markus Zusak. 


En ese tiempo no le presté mucha atención puesto que estaba hasta la coronilla con el asunto de mí graduación en la universidad, y les aseguro al que no sea graduado que lo mejor es ir preparando todo y no dejar nada para último momento. Fue casi un año después para una Semana Santa cuando cansada del aburrimiento y ya creyendo que formaba parte de la decoración de la casa cuando por fin me decidí a leer el libro de portada y título extraño. 


¿Alguien se ha enamorado alguna vez de un personaje desde la primera oración del libro? Pues yo sí... la historia en sí no es nueva, pues todos conocemos las millones de historias de la Alemania Nazi y el tiempo con sabor a apocalipsis que se vivió en esa época. Hasta a nosotros han llegado testimonios tanto de las victimas como de los victimarios. Tantas cosas son dichas, tantos tecnicismos se han usado para diluir un poco la crueldad y el horror que las generaciones post-guerras vemos todo eso como cifras. 


Pero la historia de Liesel Meminger no es una historia fría, no es una historia gris salpicada de banderas rojas o esvásticas negras, y mucho menos es una historia salpicada de odio al Fuhrer y al régimen. Esta historia es la historia de una niña alemana en tiempos de la Alemania Nazi que descubrió las letras en los peores momentos de su vida y las hizo suya, suplantando con ellas las lagrimas del abandono, de la muerte, de la pobreza. 


En esencia, el libro se centra en la historia de la pequeña desde el día que llegó a la calle de Himmelstrasse, específicamente al número 33 donde la esperaba una mujer bajita con una gran voz y elocuencia y un hombre con un gran corazón y un acordeón. Junto a estos seres la pequeña descubre tímidamente las letras, aprende que la alegría no depende de grandes acontecimientos sino de pequeños momentos mientras lucha por crecer rodeada de miedos y guerras. 


Una noche, llega a su vida un judío errante, y con él la niña desarrolla su capacidad de inventar historias; a la vez que convierte su pasión en un hecho delictivo pues va robando libros para salvar la vida del judío. Esta historia es triste, es hermosa, es feliz, es perfecta. Liesel Meminger y Rudy Steiner podrían robar manzanas por toda la eternidad, correr grandes maratones para obtener la medalla de un beso, o nadar como peces tras libros que se ahogan. Pero el tiempo nunca se detiene, y todo siguió su curso. 


Unas bombas que le abrieron grietas a Europa, un mapa mal leído, una guerra tonta hecha por humanos locos, y personas que mueren bajo los escombros, mientras una niña en un sótano escribía esperando a un judío que aspiraba el cielo. 


Y eso es La Ladrona de Libros, una oda llena de colores y texturas. Hermosa. Una historia de guerra con sabor a vida. Y manzanas que suenan como acordes de acordeón. 


Atentamente, La Autora.- 





lunes, 4 de abril de 2016

El Personaje Imprevisto



Estaba escribiendo sentada a la mesa del comedor de mí casa. La verdad no puedo decirles como era la noche porque yo no la miraba, creo que ni siquiera veía el lápiz y el papel con el cual estaba escribiendo.


Mis ojos no miraban el mundo físico... tampoco el sobrenatural... mis ojos miraban mí pueblo, el pueblo de mis sueños, ese del que escribo casi todas las noches sentada ante una mesa. 


Cada palabra, cada situación ya la había vivido en horas de la tarde... así que solo estaba escribiendo lo que ya sabía... casi como 10 páginas llena de borrones después recibí la mayor de las sorpresas: por entre la maraña del bosque atisbó un ser amorfo que me miraba suplicante desde su negra existencia. 


Me asusté cuando lo descubrí, y mí pueblo imaginario se agitó. Tuve miedo de que la historia se derrumbara ante mis ojos... ante la imprevista e intempestiva llegada de ese nuevo ser.  


Pero no lo pude evitar: él, ¿o es ella? entró como marea brava en mí pueblo y en su historia y exigió un hueco que hasta ahora yo no había podido ver. 


Y de una manera increíble se paró en sus pies y por voluntad propia corrió hacía el hueco que había en el puzzle y se encajó en el como sí siempre hubiese estado... ¿o sería que estaba esperando su momento?


"¿De qué rincón olvidado fue que saliste?" le pregunté; El Personaje Imprevisto me miró y se rió en mí cara de mí. Me dijo con tono de burla "Salí de donde quise y salí porque puedo"


Terminé su descripción, me desconecté de mí mundo y de mí pueblo, miré a mí alrededor, y le dije a mí padre: "Las cosas en Acertijo están cambiando".



Nota de la Autora (1): El relato anterior está basado en una experiencia real vivida por la autora.
Nota de la Autora (2): Le cuento a mí Padre todo lo que va ocurriendo con mí historia como sí fueran noticias nacionales. 


Atentamente, La Autora.- 

¿Demasiada Fantasía?

"El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo 
que se quiere, sino querer lo que se hace".
León Tolstoy, 
escritor ruso.


noravalkyriies:  Firebird Suite | Igor Stravinsky | Fantasia 2000: En estos tiempos existe una gran incongruencia en lo que se refiere a la realidad cada vez más tecnológica y científica en que vivimos, y la tremenda fantasía que estamos dejando plasmada en nuestros escritos. Y es que cada vez más escritores, juntaletras, aspirantes a escritores, y todo el universo que gusta de agarrar un lápiz y darle rienda suelta a la imaginación, son los que deciden desarrollar temas extra-reales en sus libros e historias. 

Ejemplos sobran: Cassandra Clare, Kate Lauren, Trudi Canavan, J.K Rowling... solo por citar algunos escritores. 


Exactamente no sé cual es la causa de que esto sea así. He pensado que quizás se debe a qué los lectores en nuestro afán de desconectarnos de la exigente realidad hemos influido de una manera extrasensorial en los nuevos autores que van surgiendo en todos los rincones del globo terráqueo. 


También se puede deber a un asunto más puramente mundano como lo es el hecho de que crear una historia de corte fantástico es una apuesta más segura a las ventas que escribir una historia más real. Eso es algo innegable. Y tampoco se le puede reprochar a nadie. A veces los escritores no buscamos en las ventas solo la cantidad monetaria que pudiere llegar, sino también la pequeña fama o legión que va a estar ahí en nuestra próxima publicación.


Sea lo que fuere el motivo de que estos temas sean cada vez más utilizados por los escritores, lo cierto es que en cada librería que visitas, en cada portal al que accedes, lo primero con lo que te encuentras es con cientos de publicaciones del género fantástico. 


La pregunta de sí es ¿Demasiada Fantasía? me surgió hace menos de dos semanas, cuando nadando en Instagram me encontré con perfil en el que se había publicado una serie de imágenes con el pie de página de que eran portadas temporales de novelas e historias y que las mismas estaban publicadas en una aplicación llamada Wattpad. Como la curiosidad mató al gato, yo automáticamente descargué la susodicha aplicación, que por cierto debo de decir que es una aplicación bastante chula y que te da la oportunidad de ir publicando tú novela, claro que ojo con el copyright porque no creo que el asunto nos libere de ser objeto de una estafa. 

Ahora bien, el asunto no es la aplicación, o sí Wattpad es buena o mala aplicación; el asunto es qué la fantasía como tema base reinaba o campeaba como el Cid en el amplio campo de bibliográficas que ofrece esta aplicación. 

Esta proliferación de historias fantásticas quizás no haya pasado por alto, pero la verdad es que en los últimos tiempos es tan notorio que siento que estamos ABUSANDO del género. 


No solo los escritores, sino también los lectores. 

Es como una pandemía que va arraigando cada vez más. 


Yo lo catalogaría como una moda enfermiza, al estilo de las Kardashian. Y es qué es género es hermoso, el género es el género, es decir, es el mar donde la imaginación es el plancton que alimentan a los escritores que como peces nadamos en sus familiares aguas. 

Ahora bien, y apartando ciertos escritos y sagas que de verdad son algo así como obras de culto, el eterno abuso que estamos cometiendo está atrofiando la belleza del género. No por el hecho de escribir mucho con el como la base de nuestra imaginación, sino porque estamos creando copias cada vez más imperfectas de obras que son hermosas. 

Y por eso la comparación con las Kardashian, ya que ellas son las versiones originales de una belleza, que aunque superficial, son atractivas y guste a quien guste, o no nos guste tienen ese encanto de yo no sé qué, que las ha llevado a la fama. El problema a estado en que han generado un boom de copias cada vez más distorsionadas que a la larga cansa y va perdiendo brillo. 

Y ojo con esto: una de esas mujeres no va a vivir por más de 100 años, pero un libro sí se va a conservar por milenios (sólo tenemos que ver el Quijote, por citar una sola bilbliografia) y las generaciones futuras se van a topar con reproducciones en masa de obras que son una copia de una copia, de una copia... de la copia de la versión original de no sé, pongamos Harry Potter. 


Tanto los lectores (que somos un gran ejercito), como los escritores, y los que aspiramos a serlo debemos de tener mucho, sumo cuidado con lo que vamos a plasmar en nuestros escritos y con lo que vamos a optar por leer. Crepúsculo es una sola saga escrita por Stephenie Meyer con todo el imperfecto encanto que tiene, así que no vale que por muy inspirados o amantes que seamos de la saga creemos un adefesio y lo publiquemos. 


Vamos a escribir, vamos a leer, pero vamos a escribir y a leer cosas originales. No vayamos a quitarle la belleza a lo que ya está hecho y es y será. 


Así que, ¿Demasiada Fantasía?

Pues en esencia no (al menos para mí). Pero que sea fantasía soñada, no fantasía copiada. 


Atentamente, La Autora.-