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lunes, 4 de abril de 2016

¿Demasiada Fantasía?

"El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo 
que se quiere, sino querer lo que se hace".
León Tolstoy, 
escritor ruso.


noravalkyriies:  Firebird Suite | Igor Stravinsky | Fantasia 2000: En estos tiempos existe una gran incongruencia en lo que se refiere a la realidad cada vez más tecnológica y científica en que vivimos, y la tremenda fantasía que estamos dejando plasmada en nuestros escritos. Y es que cada vez más escritores, juntaletras, aspirantes a escritores, y todo el universo que gusta de agarrar un lápiz y darle rienda suelta a la imaginación, son los que deciden desarrollar temas extra-reales en sus libros e historias. 

Ejemplos sobran: Cassandra Clare, Kate Lauren, Trudi Canavan, J.K Rowling... solo por citar algunos escritores. 


Exactamente no sé cual es la causa de que esto sea así. He pensado que quizás se debe a qué los lectores en nuestro afán de desconectarnos de la exigente realidad hemos influido de una manera extrasensorial en los nuevos autores que van surgiendo en todos los rincones del globo terráqueo. 


También se puede deber a un asunto más puramente mundano como lo es el hecho de que crear una historia de corte fantástico es una apuesta más segura a las ventas que escribir una historia más real. Eso es algo innegable. Y tampoco se le puede reprochar a nadie. A veces los escritores no buscamos en las ventas solo la cantidad monetaria que pudiere llegar, sino también la pequeña fama o legión que va a estar ahí en nuestra próxima publicación.


Sea lo que fuere el motivo de que estos temas sean cada vez más utilizados por los escritores, lo cierto es que en cada librería que visitas, en cada portal al que accedes, lo primero con lo que te encuentras es con cientos de publicaciones del género fantástico. 


La pregunta de sí es ¿Demasiada Fantasía? me surgió hace menos de dos semanas, cuando nadando en Instagram me encontré con perfil en el que se había publicado una serie de imágenes con el pie de página de que eran portadas temporales de novelas e historias y que las mismas estaban publicadas en una aplicación llamada Wattpad. Como la curiosidad mató al gato, yo automáticamente descargué la susodicha aplicación, que por cierto debo de decir que es una aplicación bastante chula y que te da la oportunidad de ir publicando tú novela, claro que ojo con el copyright porque no creo que el asunto nos libere de ser objeto de una estafa. 

Ahora bien, el asunto no es la aplicación, o sí Wattpad es buena o mala aplicación; el asunto es qué la fantasía como tema base reinaba o campeaba como el Cid en el amplio campo de bibliográficas que ofrece esta aplicación. 

Esta proliferación de historias fantásticas quizás no haya pasado por alto, pero la verdad es que en los últimos tiempos es tan notorio que siento que estamos ABUSANDO del género. 


No solo los escritores, sino también los lectores. 

Es como una pandemía que va arraigando cada vez más. 


Yo lo catalogaría como una moda enfermiza, al estilo de las Kardashian. Y es qué es género es hermoso, el género es el género, es decir, es el mar donde la imaginación es el plancton que alimentan a los escritores que como peces nadamos en sus familiares aguas. 

Ahora bien, y apartando ciertos escritos y sagas que de verdad son algo así como obras de culto, el eterno abuso que estamos cometiendo está atrofiando la belleza del género. No por el hecho de escribir mucho con el como la base de nuestra imaginación, sino porque estamos creando copias cada vez más imperfectas de obras que son hermosas. 

Y por eso la comparación con las Kardashian, ya que ellas son las versiones originales de una belleza, que aunque superficial, son atractivas y guste a quien guste, o no nos guste tienen ese encanto de yo no sé qué, que las ha llevado a la fama. El problema a estado en que han generado un boom de copias cada vez más distorsionadas que a la larga cansa y va perdiendo brillo. 

Y ojo con esto: una de esas mujeres no va a vivir por más de 100 años, pero un libro sí se va a conservar por milenios (sólo tenemos que ver el Quijote, por citar una sola bilbliografia) y las generaciones futuras se van a topar con reproducciones en masa de obras que son una copia de una copia, de una copia... de la copia de la versión original de no sé, pongamos Harry Potter. 


Tanto los lectores (que somos un gran ejercito), como los escritores, y los que aspiramos a serlo debemos de tener mucho, sumo cuidado con lo que vamos a plasmar en nuestros escritos y con lo que vamos a optar por leer. Crepúsculo es una sola saga escrita por Stephenie Meyer con todo el imperfecto encanto que tiene, así que no vale que por muy inspirados o amantes que seamos de la saga creemos un adefesio y lo publiquemos. 


Vamos a escribir, vamos a leer, pero vamos a escribir y a leer cosas originales. No vayamos a quitarle la belleza a lo que ya está hecho y es y será. 


Así que, ¿Demasiada Fantasía?

Pues en esencia no (al menos para mí). Pero que sea fantasía soñada, no fantasía copiada. 


Atentamente, La Autora.- 

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