La Magia en la Literatura

"En tanto que haya alguien que crea en una idea, 

la idea vive".

José Ortega y Gasset, 

filosofo y ensayista 

español.

La Hechicería en la Literatura es un tema muy recurrente que han usado desde los mayores escritores (aquellos que tienen premios Nobel en su currículo), hasta los que estamos empezando. La hechicería, brujería o magia es una especie de tema fetiche dentro de la literatura. La razón de que este tema sea tan popular entre los escritores, y entre los mismos lectores podría pensarse que es inexplicable hasta que nos vamos al fondo de unos y otros, porque es que resulta que tanto el juntaletras como el lector son humanos. Y los humanos desde los albores de nuestra historia perseguimos lo inexplicable buscando explicarnos aquellas cuestiones que rodean la existencia misma.

Si comenzara a enumerar las obras literarias (sin tomar en cuenta esas historias que se crearon especialmente para la televisión, el cine, los dibujos animados, la música, etc.) que tienen como tema central la hechicería tendría una lista enorme y con varios autores. Pero entre las más famosas y reconocidas, y las que a mí más me han gustado están: la saga de Harry Potter, la saga del Mago Negro, Aura, el universo Tolkien, la saga de Cazadores de Sombras, la saga de Las Brujas de Mayfair, Las Brujas de Salem, y otras tantas. 

También es importante anotar que hay novelas e historias en las cuales el tema de la brujería, hechicería o la magia como tal no constituyen el tópico central de la novela, pero que con su aporte le brindan un aire más atractivo a la trama general. 

Hechicera practicando Magia Blanca

El asunto de utilizar este tema en uno de tus escritos o novelas conlleva algo más que simplemente imaginarte a un personaje lanzando energía de colores puesto que todo acto que se quiera esquematizar dentro del mundo mágico debe tener al menos uno de los elementos que caracterizan alguno de los tipos de magia que conocemos hoy en día, porque para el lector a veces resulta un tanto frustrante el hecho de que cuando va a indagar un poco más de la magia que tratas en tú novela, ya sea en internet o en algún libro, no encuentra nada que lo ayude a entender tú historia y lo que deseas expresar. 

Los tipos de magia que existen (o al menos que son aceptados) son los siguientes: 

• La Magia Negra: Se denomina magia negra a aquellos actos de liturgia mágica cuya naturaleza, métodos u objetivos no son comúnmente aceptados por la sociedad donde se producen. La magia negra es un hechizo, y se define por la supuesta realización de los maleficia (maleficios), ideados para producir infortunio, enfermedades o cualquier otro daño. La magia negra es aquella que se usa en perjuicio de un individuo o para dañar al mundo en su totalidad: sus adeptos no sólo buscarían afectar a la sociedad, sino alterar todo tipo de materia orgánica o inorgánica. 
• La Magia Blanca: Se denomina magia blanca a aquellos actos de liturgia mágica cuya naturaleza, métodos u objetivos son comúnmente aceptados por la sociedad donde se producen.  En los principios se trataba de una brujería benéfica. Esto se veía en Occidente tanto como en Oriente: en la Antigua Roma, en la Antigua Atenas, en el Antiguo Egipto e incluso en África existían talismanes contra el mal de ojo, amuletos, hierbas mágicas y pociones. Recién con el cristianismo aparece el concepto de brujería como herejía religiosa ligado principalmente a las mujeres y el mago (magus) va dejando lugar al brujo (maleficus), con lo que el combate contra la magia se convierte en sinónimo de lucha contra el paganismo.
• La Magia Roja: Es la llamada "magia de sangre", utiliza el sacrificio y la mente. Tenemos como ejemplo la "Santería" que utiliza sacrificios de animales. La magia roja deriva de la magia negra... suministra PODER. Existe un único caso en que esta magia se considera magia blanca: cuando utilizamos nuestra propia sangre.
• La Magia Verde: Es la que conocemos como "magia amorosa". Este tipo de magia no tiene términos medios, o es muy blanca o muy negra, depende del fin que tengamos. Si no hacemos ningún mal a nadie es blanca pero si obligamos a una persona a hacer algo que no quiere es negra y trae consecuencias negativas para el que lo practica u ordena que se practique.
• La Magia Gris: Es la magia que trabaja las energías enfocándolas hacia el trabajo, el dinero, etc.

De manera general estos son los tipos de magia. Aunque muchos dirán que magia solo hay una, y que la anterior enumeración son solo los tipos de prácticas que se le da a este don con el que todos los humanos nacemos, pero que solo algunos son capaces de desarrollar de manera natural.

Diosa Isis,
considerada una
hechicera en el
Panteón Egipcio.

La magia tiene la particularidad de ser muy antigua; iniciamos en estos menesteres desde los mismos orígenes de la humanidad e inclusive muchas culturas antiguas, como la sumeria, la caldea, la egipcia, la azteca, la griega, la romana, la celta, ect, la ejercían de una manera muy consuetudinaria y no era algo malo o connotaciones sociales negativas. 

A la hora de escribir tú historia y si gira en torno a este tema es bueno que tengas en cuenta todo lo relacionado con la magia, y tener en cuenta sí la práctica que imaginas en tú personaje es hechicería, brujería o magia natural. Para que se logre entender esto que deseo explicar es bueno que lean el siguiente artículo publicado en Wikipedia, Brujería, el cual es muy completo y desglosa punto por punto la diferencia entre cada una y que podría resultar bastante confusa sí no se tiene esto muy claro. 

En esencia, la brujería es el grupo de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos, aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas que emplean con la finalidad de causar daño. 

El antropólogo español Julio Caro Baroja propone diferenciar entre «brujas» y «hechiceras». Las primeras habrían desarrollado su actividad en un ámbito predominantemente rural y habrían sido las principales víctimas de las cazas de brujas en los años 1450 a 1750. En cambio, las hechiceras, conocidas desde la antigüedad clásica, son personajes fundamentalmente urbanos: un ejemplo característico en la literatura española es la protagonista de La Celestina de Fernando de Rojas. 

Carmelo Lisón Tolosana diferencia asimismo entre hechicera y bruja pero según este antropólogo español aquélla se basa en la distinta relación que mantienen una y otra con el poder oculto y maligno, con el poder demoníaco.Así la hechicera invoca y se sirve del poder demoníaco para realizar sus conjuros, mientras que la bruja hace un pacto con Satán, renuncia a su fe y rinde culto al diablo. Así mientras que la brujería utiliza hierbas, ungüentos y alucinógenos para producir sugestión en sus víctimas, la hechicería usa materiales empíricos.

En la mayoría de los idiomas se utilizan términos diferentes para cada una menos en el francés, idioma en el cual sólo existe sorcellerie para ambas. En inglés existe sorcery y witchcraft, en portugués feitiçaria y bruxaria, en italiano fattucchieria y stregoneria, en alemán se dice Kunts o Zauberei y Hexerei, mientras que en castellano se dice «hechicería» para la primera y «brujería» a la segunda.

Ahora bien que sí deseas crear un tipo de mago, brujo o hechicero, es decir, sí lo que buscas es crear un universo que contenga magia pero con características que sean únicas y exclusivas de tú historia lo recomendable es que además de la historia, vayas creando un glosario en donde expliques a tus lectores cada uno de aquellos puntos vacíos (puntos sin referencia bibliográfica propios de la inventiva del autor) para que puedan hacerse una idea clara de la trama. 

Muchos son los autores que han utilizado esa técnica, no solo cuando escriben sobre magia, sino también cuando tratan un tema innovador o una historia sin referencias como es el caso de Utopía de Tomás Moro, J.R.R Tolkien también hizo uso de este apoyo, en la saga de Harry Potter también encontramos éstas notas y en la Saga del Mago Negro de Trudi Canavan. Todas estas bibliografias las he leído personalmente, y les aseguro que ya sea como una nota de pie de página o un glosario al final de la novela este material de apoyo es una contribución inestimable del autor tanto a su obra como a sus lectores. 

Estos puntos son bueno tenerlos en cuenta a la hora de ponernos a escribir, ya que una buena documentación nos dará como resultado que plasmemos con claridad nuestra historia y que la misma enganche al lector y no sea una tortura leerla. Una buena novela se caracteriza porque es escrita con pasión y lentitud, pero que es leída con la suavidad del vuelo de una mariposa.

Atentamente, La Autora.-